domingo, 26 de agosto de 2012

Aprendizaje en entornos colaborativos


Conceptos como aprendizaje cooperativo y aprendizaje colaborativo son característicos de la práctica educativa.

Hitz (citado en Cabero y Román, 2006), define aprendizaje colaborativo como “un proceso de aprendizaje que enfatiza el esfuerzo cooperativo o de grupo entre los docentes y los estudiantes, la participación activa y la interacción por parte de estudiantes y profesores, y el conocimiento que emerge desde un activo diálogo entre los participantes compartiendo sus ideas e información” (Cabero y Román, 2006:39).
Por otra parte, Cabero (2003) unifica las vertientes de aprendizaje colaborativo y cooperativo en una definición única, estableciendo el  aprendizaje colaborativo como “una metodología de enseñanza basada en la creencia de que el aprendizaje se incrementa cuando los estudiantes desarrollan destrezas cooperativas para aprender y solucionar los problemas y acciones educativas en las cuales se ven inmersos” (Cabero, 2003: 135).

De estas definiciones, creo que es posible hablar de un proceso de producción colaborativa del conocimiento, en el cual aprender un nuevo conocimiento es el resultado de la interacción con otros. Podemos también ver que la construcción colaborativa da cuenta de un proceso de indagación, de formulación de preguntas por parte de los estudiantes que los lleve a avanzar en la adquisición de un nuevo conocimiento a partir de la síntesis y evolución de conocimientos dados, y aquí creo pertinente retomar a Dewey, y sus pensamientos sostenidos a principios del siglo XXI, considerando “la experiencia” como resultado clave de una situación educativa.
Existe también una fuerte importancia de “lo social” en el aprendizaje centrado básicamente en el intercambio comunicativo. Así, es posible mencionar algunas premisas al respecto (Gros, 2008: 88)

  • El aprendizaje responde a la dinámica del sistema cognitivo y se produce dentro de la persona.
  • El aprendizaje se produce en las personas pero pueden adquirir conocimiento de diferentes maneras, incluido el aprendizaje en colaboración.
  • Los grupos también aprenden y lo hacen diferente a los individuos, aunque el conocimiento generado estará siempre en la mente de los sujetos.
  • Los grupos también pueden construir un conocimiento que los sujetos no pueden crear por sí solos por un efecto sinérgico que mezcla las ideas de las diferentes perspectivas individuales.
  • Los grupos construyen un conocimiento que puede no estar en ninguna de las mentes individuales, pero puede lograrse interactivamente en el discurso del grupo y persistir en artefactos físicos y simbólicos.
  • Todo aprendizaje es fundamentalmente social, situándose el conocimiento en una historia y una cultura dada. 
  • El aprendizaje es siempre una mezcla de procesos individuales y grupales.

Así, podemos llegar a considerar un modelo de aprendizaje colaborativo que trasciende la problemática académica de adquirir información, procesarla e incorporar nuevas destrezas para vincular el conocimiento a las relaciones sociales: La colaboración entonces, como estrategia de aprendizaje, supone un cambio en el modo de analizar y valorar los logros de los aprendizajes.
De lo dicho, es posible concluir que el aprendizaje colaborativo no necesita de un “soporte tecnológico” para que podamos ponerlo en práctica. Sin embargo, creo que tampoco está sujeto a discusión que los entornos tecnológicos son espacios propicios para la puesta en marcha de proyectos colaborativos y conformación de comunidades de aprendizaje.

Dejo entonces como interrogante para  seguir analizando: ¿cómo pensar el diseño de entornos mediados tecnológicamente que permitan el aprendizaje intencional y la construcción colaborativa del conocimiento?

miércoles, 22 de agosto de 2012

¿Qué es un MOOC? ¿Pensar la Red como una estructura de aprendizaje?

Iniciando la semana pasada un recorrido virtual "desestructurado" y con interesantes desafíos a cumplir, es el que nos propuso Ruth Martinez, para este mes de agosto:  La aventura de aprendizaje #SloodleMOOC

En este recorrido elegí el desafío de analizar las ventajas, desventajas, y llegar a presentar un análisis DAFO de lo que representa la acción formativa a través de un MOOC.
A raiz de una presentación que se compartió en el curso, llegué al artículo de Cristóbal Suárez en el que encontré una afirmación que me resultó muy oportuna traer aquí: no es cuestión de pensar el aprendizaje en Red (lo que seria aprender CON Internet) sino en pensar la Red como estructura y condición de aprendizaje (lo que llamaría aprender EN Internet)





Es decir, se hace necesario pensar a Internet como escenario, con una organización del conocimiento, un lugar con características propias donde es posible aprender.

Así, aprender EN Internet estaría respondiendo a la pregunta que sugiere Cristóbal que es ¿dónde aprender? y entonces, podemos pensar no ya en un aula "tradicinal", sino en un contexto socio-cultural y virtual "abierto", con una dinámica, participación, acceso a la información, materiales y conocimento con características y condiciones propias para el aprendizaje.
Esta sería entonces mi primera aproximación entonces a la idea o concepto de MOOC que pude elaborar en esta última semana.

Sin ánimo de ponerme en una actitud pesimista, vos a compartir algunos interrogantes que me han surgido y que espero puedan contribuir al análisis que estamos realizando de los MOOC, en particular en el ámbito de educación superior:

Sin dudas un MOOC puede promover la creación de una red para la formación durante toda la vida, pero.... ¿de qué manera? Permiten que los participantes puedan conectarse con otros de distintas formas y a través de diferentes recursos y herramientas, sin embargo, ¿es posible que respondan a una estructura "formal" de curso que certifique el aprendizaje logrado?
Existen MOOC ofrecidos por varias instituciones educativas, tanto en Europa como América y Latinoamércia, que no necesariamente son gratuitos (no confundir abierto con gratuito) para los que quieran obtener certificación, ahora....¿Tiene sentido si no ofrecen algún tipo de certificación? ¿Sigue siendo prioritario la acreditación de conocimientos por parte de una institución universitaria?

Una característica de los MOOC es su "masividad", pero esta masividad ¿no es que "entorpece" el aprendizaje y la dinámica de los cursos virtuales? Dentro de los estándares de calidad en el elearning, se establece un número no mayor de 30 participantes para garantizar un correcto desarrollo y seguimiento por parte del tutor.
¿Qué hay de la intervención y/o labor del docente/ tutor/ mentor facilitador en un MOOC? ¿representa una nueva redefinición de su rol de tutor virtual? ¿Qué habilidades básicas necesita desarrollar?

Un MOOC no finaliza pues la Red así lo permite, se puede entonces establecer una red de trabajo y de aprendizaje continuo, pero.... ¿no es necesario darle un corte o "final formal" en algún momento? ¿Qué repercusiones tendría en su continuidad?

Para terminar este primer análisis, dejo para seguir indagando el tema de la evaluación de los aprendizajes en los MOOC.... nada más ni nada menos :-))


sábado, 4 de agosto de 2012

El rol docente en entornos educativos online

Los profesores del siglo XXI requieren destrezas en el uso de las TIC, pero fundamentalmente de gestión de entornos y comunidades virtuales, de orientación y guía de los estudiantes en estos ambientes diferentes.

Ya no son del todo válidas las estrategias desplegadas en las situaciones convencionales de enseñanza: el profesor deja de ser fuente de todo conocimiento y pasa a actuar como guía de sus estudiantes, facilitándoles el uso de recursos y herramientas que necesitan para explorar y elaborar nuevos conocimientos y destrezas.
Actúa entonces como gestor de recursos de aprendizaje y acentúa su rol de orientador.

Tomando a Torres Velandía (2001), podemos decir que un docente en este rol debería cumplir con las siguientes características:

  • Conocimiento de la disciplina y de los contenidos del curso.
  • Habilidad para guiar y sostener el aprendizaje, y para explicar el contenido.
  • Cordialidad, amabilidad, accesibilidad, capacidad de aliento.
  • Capacidad de comunicación por diversos medios.
  • Actitud de interés hacia lo que dice o escribe el estudiante.
  • Empatía o capacidad de ponerse en el lugar del otro.
  • Capacidad motivadora.
  • Compromiso y dedicación a la tarea.
  • Disposición para el trabajo en equipo.
  • Habilidad para cooperar con otros colegas.

En cuanto a las características o rol que tendría que desarrollar un profesor en un entorno virtual, ¿podemos decir que difieren de las funciones mencionadas anteriormente?

Más que diferir, se introducirían funciones vinculadas a la gestión de la comunicación mediadas por un dispositivo tecnológico (sea PC, netbook, dispositivo móvil...)
Así, muchos autores se han ocupado (y se ocupan) de las funciones que tendría que desarrollar el profesor en ambientes virtuales: traigo en esta ocasión un cuadro donde se presentan los 7 papeles del profesor en entornos virtuales definidos por  George Siemens.

Creo que el tema no queda cerrado con estas 7 funciones o habilidades que tendría que desarrollar un profesor en un entorno educativo online,  pero resulta un buen punto de partida para ampliar este cuadro propuesto por Siemens y seguir construyendo según experiencias y nuevas maneras de conectarse y relacionarse que nos ofrece la Red.